La represión, utilizada tradicionalmente por las clases dominantes para mantener sus privilegios, trata de limitar las formas de lucha y organización social de la clase trabajadora. Expresión de ello son las actuaciones policiales, las detenciones continuadas y las leyes recientemente aprobadas que pretenden criminalizar y penalizar a aquellos que se oponen a la injusticia capitalista.
Ángel y Víctor, dos jóvenes madrileños de clase trabajadora, son una buena muestra de esta realidad.
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