El 31 de Mayo del año 2012, Ángel fue detenido junto a otro compañero en una manifestación para apoyar a los mineros que trajeron sus reivindicaciones laborales a las calles de Madrid. Estas respondieron con gran solidaridad, y en consecuencia, los organismos de poder trataron de acallarla con violentas cargas policiales.
Por otro lado, el 18 de julio de 2013, Sergio y Víctor fueron detenidos tras una de las manifestaciones espontáneas que el pueblo madrileño realizó en la sede del PP en la calle Génova, el verano que fue sacada a la luz cierta documentación sobre corrupción, los conocidos como “Papeles de Bárcenas”.
Actualmente, Ángel y un compañero minero asturiano están a la espera de un juicio en el que se les solicita ocho años y medio de prisión, más indemnizaciones que llegan a los seis mil euros. Víctor y Sergio, se enfrentan este otoño de 2015 a un juicio político por el que pueden entrar en la cárcel año y medio, e indemnizaciones de tres mil euros. Como en muchos otros casos represivos, las acusaciones contra ellos se disparan: atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y desórdenes públicos. De esta manera, comenzaron sendos procesos judiciales destinados a amedrentar al pueblo con conciencia que lucha por un mundo más justo.
La represión es un arma con muchos filos: Sufrimos consecuencias físicas como contusiones, lesiones, detenciones, torturas. La violencia psicológica como desestabilización emocional, secuelas, traumas, la inoculación del miedo, sensaciones de vulnerabilidad,impotencia o estigmatización social. Por último, repercute en nuestra economía, como es el caso de las multas, indemnizaciones y la necesidad de dinero para gastos judiciales tanto propios como para otras represaliadas.
Desde entonces numerosas personas hemos prestado apoyo a nuestros compañeros en este largo camino. Este proceso ha dado lugar al colectivo Acción Contra la Represión, donde creemos que es imprescindible mantener nuestro compromiso político y organizar el apoyo mutuo inmediato. La represión es una realidad social palpable, no son hechos aislados, ni los procesos judiciales por cuestiones políticas son casos individuales. Cada vez son más los casos, que se cuentan por cientos: Alfon, Operación Pandora y Piñata, Distrito 14 y Frente 202, etc. Para nosotras es un proceso judicial injusto e ilegítimo, para quienes ostentan el poder no es más que la puesta en práctica de una represión legalizada en todos sus niveles contra la clase trabajadora. Nos retiran de las calles en tiempos de conflicto social, ante el riesgo que supone una identificación o una nueva detención aleatoria, mientras se cierne sobre nuestras familias el peso del miedo.
Sólo somos fuertes si nos mantenemos unidas y practicamos la solidaridad activa, haciendo de nuestros valores nuestra arma en el día a día para lograr otro mundo posible y cada vez más necesario.
¡Contra su represión, nuestra Solidaridad y Lucha!