Desalojo del CSOA La Morada en Madrid. 32 detenciones y violencia contra nuestras compañeras

El Centro Social Okupado Autogestionado La Morada, situado en el barrio de Chamberí en Madrid, sufrió ayer un desalojo como parte de la represión política contra esta clase de espacios que ponen en práctica experiencias anticapitalistas.

En la mañana de ayer miércoles dos guardias jurados contratados por la empresa propietaria del inmueble consiguieron entrar en el interior del edificio e impidieron el paso a las compañeras de La Morada alegando que tenían una orden judicial, la cual no mostraron en ningún momento. Los dos guardias han cerrado la puerta principal con una cadena y un candado, llamando posteriormente a la policía. Sin embargo, poco más de una decena de compañeras consiguió recuperar el inmueble poco antes de las 3 de la tarde. En cuanto se personó la Policía Nacional comenzaron las identificaciones y los cacheos a asistentes que comenzaban a llegar para apoyar a sus compañeras contra el intento de desalojo.

A las 5 y media, finalmente se han presentado varias dotaciones de antidisturbios y han cortado la calle donde se encuentra La Morada. Tres personas fueron detenidas en el exterior del centro social. Una hora más tarde, los antidisturbios han entrado al edificio tirando abajo la puerta con mazas, deteniendo a todas las personas que se encontraban en el interior. Las 32 personas detenidas en total fueron trasladadas a la comisaría de Moratalaz, acusadas de resistencia, desobediencia y usurpación.

Había una orden judicial de denegación del desalojo de hace meses, por lo que las personas integrantes de La Morada no esperaban en absoluto esta actuación. Todo apunta a que se han utilizado procedimientos irregulares por orden política directa de Delegación del Gobierno para expulsar a nuestras compañeras del espacio okupado. Nosotras queremos crear estos espacios para contrarrestar la cultura capitalista, ensayando socialmente alternativas reales al sistema que nos condena a la miseria.

Anoche salieron finalmente en libertad con cargos las personas detenidas, hecho que celebramos en tanto en cuanto se encuentran ya libres. Sin embargo, nuestro colectivo sigue insistiendo en la preocupación por la intensidad con la que sufrimos las militantes la represión por parte del Estado español. Reconocemos que las redes de apoyo mutuo y los cuidados solidarios entre nosotras funcionan cada vez mejor, pero la represión no desiste en violentarnos y condenarnos, por lo que habrá que explorar nuevas vías de autodefensa y acción contra la represión.

UN DESALOJO, OTRA OKUPACIÓN.