Fin al proceso judicial. Ángel no entra en prisión, pero paga multa de 4.680 euros

Por fin se ha terminado mi proceso judicial, esta pesadilla que ha estado cerca de llevarme a la prisión por acudir a una manifestación de apoyo a los  mineros en 2012. Hemos puesto fin a un largo camino de cuatro años y no hablo tan solo en primera persona, ya que este proceso ha sido colectivo, contra mí, contra mi familia, contra mis amigos/as, mis compañeros/as, y contra toda la clase trabajadora. Nos resulta muy complicado resumir en un comunicado todas las experiencias y emociones vividas durante este tiempo.

Este pasado lunes 6 de junio, y al día siguiente, el martes 7 de junio, tuvo lugar el juicio contra mí y contra mi compañero minero asturiano. Me enfrentaba de entrada a una petición por parte de la Fiscalía de 8 años y medio de prisión y 6.400 euros de responsabilidad civil por los cargos de atentado a la autoridad, lesiones y desórdenes públicos. Mi abogado Erlantz Ibarrondo, dada su experiencia penalista, me venía aconsejando que ante unas acusaciones tan graves y el riesgo de entrar a prisión, la mejor vía era buscar una conciliación favorable. El objetivo primordial era evitar ser condenado más de dos años para mi tranquilidad y la de mi entorno familiar, por debajo de esa cifra al no contar con antecedentes penales en mi expediente no iría a la cárcel. Ya lo veníamos diciendo en la campaña solidaria de nuestro colectivo Acción Contra la Represión, no creemos en las instituciones judiciales, ni esperábamos una solución que no tuviéramos que pelear duramente.

Finalmente, gracias a atenuantes jurídicos como la dilación indebida en el tiempo o la voluntad de reparación de daños, la conciliación que consiguió mi abogado fue reducir la condena a 1 año y 10 meses, 4.500 euros de responsabilidad civil y una multa de 180 euros adicionales. De esta manera aseguraba no entrar en prisión, pero en el juicio tuve que pasar el trámite de reconocerme autor de los hechos que me imputaban. En ese instante, lo único que podía pasar por mi cabeza es que, en realidad, yo me estaba reconociendo responsable de luchar cotidianamente junto a las clases populares contra el capitalismo que nos hunde en la miseria. Me reconozco culpable de haber puesto mi solidaridad en manos de los trabajadores mineros, y lo seguiré haciendo con tesón y la legitimidad que nos otorga la lucha contra las injusticias y la violencia que sufrimos diariamente.

El juicio quedó visto para sentencia, que en mi caso, será la ratificación de esta conciliación acordada, y que me deja con antecedentes penales durante dos años. El compañero minero entró al juicio para defenderse gracias a la actuación de su abogado, y actualmente se encuentra también a la espera de la sentencia que determine la jueza. Desde hace tiempo, yo tenía muy claro que mi vida la pondría en manos de la experiencia de mi abogado, en ningún caso en manos de ningún juez o jueza. No se ha hecho justicia, y la situación del compañero minero nos deja una sensación agridulce, tampoco esperábamos en ningún caso justicia para nosotros.

Durante toda la campaña solidaria hemos querido recordar que la represión es inherente al capitalismo, que nos afecta a todas las personas, estemos concienciadas ono, y que el apoyo mutuo y los canales de conexión entre los movimientos políticos y las clases populares son la única vía para crear alternativas honestas y comprometidas.

Muchísimas gracias a todas las personas amigas que han mostrado su incondicional apoyo durante estos años, durante la campaña y, especialmente, al centenar de personas que acudieron a las puertas del juzgado a demostrar que el apoyo humano y emocional es indispensable. Hemos creado lazos de amistad muy potentes mediante esta solidaridad, hemos confluido con movimientos y organizaciones políticas con quienes seguiremos trabajando. Además, continuaremos luchando contra la represión de toda clase y agresiones a las trabajadoras, por los presos y presas políticas en las cárceles, y organizando eventos solidarios para ayudar a sufragar los gastos judiciales y multas.

Todavía estoy asimilando las emociones vividas, encontrando una enorme satisfacción por el resultado favorable. Personalmente, me toca descansar y disfrutar del verano para seguir luchando con compromiso y alegría, porque las militantes también merecemos descansos y reponer fuerzas disfrutando junto a nuestra gente.

Se os quiere. Gracias por todo.

Llamamiento a la solidaridad el 6 Junio de 2016

Hoy, 31 de mayo de 2016, se cumplen exactamente cuatro años de mi detención en la manifestación de apoyo a los mineros en Madrid. Cuatro años de mi paso por la comisaría de Moratalaz y mi posterior puesta en disposición judicial, donde se me dejó en libertad con cargos, una petición de 8 años y medio de prisión y 6.400 euros de responsabilidad civil. Cuatro años del inicio de un proceso judicial que tiene como colofón el juicio que se celebrará en el Juzgado de lo Penal el próximo 6 de junio. Un proceso judicial que me ha inquietado a informarme y ponerme al día en cuestiones jurídicas gracias a la ayuda y a la labor de mi abogado, quien ha demostrado ser una excelente persona y mejor profesional. Un camino largo y detestable por el que tenemos que pasar tantísimas personas que estamos a la espera de estos juicios políticos, que pueden convertirse en una eterna losa que pesa sobre nuestra tranquilidad y nuestra actividad como militantes.

En cuatro años en la vida de una persona suceden muchas cosas; en mi caso he tenido que aprender a superar situaciones familiares desagradables derivadas de la represión política. He aprendido a encontrar mis propios espacios de seguridad emocional gracias a la ayuda de la psicóloga del colectivo Madres Contra la Represión. Me he expuesto a un empoderamiento personal como nunca había tenido anteriormente en mi evolución psicosocial, con el apoyo de las muchas personas amigas que han recorrido junto a mí este largo camino. Quisiera extender públicamente mi más sincero cariño y agradecimiento a todas aquellas personas que siempre han mostrado su apoyo, afecto y solidaridad. Cuatro años después seguimos caminando juntas.

También he tenido tiempo de formarme políticamente, descubrir y reconocer mis espacios políticos, perfilando y ampliando mis principios, conservando los valores que he estimado necesarios y que quería que siguieran acompañándome. Los deseos de querer cambiar este mundo siguen intactos, me sigo reconociendo en la clase trabajadora y continuaré denunciando el capitalismo y todo autoritarismo, manteniéndome activo en los movimientos populares, tejiendo redes de solidaridad y apoyo mutuo. Y era precisamente en estos principios políticos en los que el colectivo Acción Contra la Represión habíamos establecido la campaña antirrepresiva que hemos llevado a cabo este mes. En estos cuatro años he aprendido muchas cosas, pero sobre todo que los lazos de amistad me mantienen vivo y que la conciencia política me mantiene firme, deseando tener una actitud honesta y coherente en mi cotidianeidad.

Por todo ello, el domingo 5 de junio pondremos fin a la campaña política, después de varias charlas donde hemos confluido con otros compañeros y compañeras que sufren represión, la difusión en medios anticapitalistas a los que estamos muy agradecidos y los eventos solidarios en espacios militantes que nos han recibido con los brazos abiertos. El lunes 6 de junio, yo personalmente y todo el colectivo Acción Contra la Represión, hacemos una llamada pública y abierta al acompañamiento para mostrar apoyo humano y emocional de todas aquellas personas que deseen estar conmigo ese día. Por razones de comodidad y tranquilidad del entorno familiar, solicitamos no acudir con pancartas, megáfonos o material visual similar. También tenemos claro que, en la línea marcada, no tenemos intención de colaborar o participar con medios de comunicación de masas ni se les invitará a acudir.

LUNES 6 DEJUNIO a las 11:15 h. acompañamiento al juicio contra Ángel en el Juzgado de lo Penal, calle Julián Camarillo, 11 (metro Ciudad Lineal L5 y García Noblejas L7)

ACCIÓN CONTRA LA REPRESIÓN.

ROMPIENDO CADENAS, CREANDO LAZOS.

Charla antirrepresiva en La Casa Incendiada, de Radio ELA

Este pasado viernes 19 de febrero estuvimos dos personas de nuestro colectivo antirrepresivo en el programa La Casa Incendiada, de la Radio ELA. Primeramente queremos agradecer la invitación por parte de los organizadores del programa, realmente nos sentimos muy a gusto charlando media horita sobre nuestro colectivo, sobre los casos judiciales que nos tocan directamente y en general sobre cómo interpretamos la represión política y social en el Estado español y cómo debemos tejer redes de solidaridad.

Si os apetece escuchar el programa podéis acceder a través del enlace de abajo, además en la segunda parte del mismo también se habló de la situación legal de los compañeros titiriteros encausados, de la mano del abogado Daniel Amelang; y cerró el programa una entrevista teléfonica al cantautor Albert Pla.

Rompiendo cadenas, creando lazos.

http://www.radioela.org/La-Casa-Incendiada-Accion-Contra.html

La represión nos afecta a todas

Jornada antirrepresiva en La Dragona 15-01-16

Hace ya más de siete años que sucedieron unos hechos de extremada violencia policial en las fiestas de San Sebastián de los Reyes en la noche del 30 al 31 de agosto. Los medios de comunicación tildaron de “pelea multitudinaria” y “batalla campal”, lo que en realidad fueron actos de provocación y agresiones indiscriminadas por parte de la Policía Nacional y Policía Local. Es fácil echarle la culpa al exceso de consumo de alcohol y estupefacientes en un ambiente de fiestas locales, cuando es desde los mismos organismos de gobierno municipales donde se ha venido construyendo este modelo de fiestas consumistas. Los cuerpos de represión, haciendo gala de su habitual actitud, en aquella madrugada, impusieron a golpe violencia el fin de la diversión y de la música en el entorno de las casetas del recinto ferial.

En este contexto se enmarca la situación a día de hoy de un compañero y vecino de San Sebastián de los Reyes, al cual, sin haber sido detenido aquella madrugada en los hechos que aparecen en los atestados policiales, fue identificado bastante rato después a la hora en la que se desarrollan los encierros. Hay que mencionar que esta identificación fue completamente aleatoria, basándose exclusivamente en la estética “punk” del compañero. Dado que esta persona interpretaba que no había cometido ningún delito, preguntó sobre el motivo por el cual debía identificarse; el policía que le quería identificar le llevó detrás de una carpa del puesto de Protección Civil, y allí le propinó un fuerte porrazo para reducirle, posteriormente le agredieron entre cuatro policías más. Fue trasladado a la comisaría del municipio, donde asegurándole que le iban a quitar las esposas, en realidad recibió una paliza por parte de los policías que allí se encontraban. Más tarde, le comunicaron que estaba acusado de haberle lanzado una botella a un policía y haberle causado lesiones graves en la cabeza.

Este compañero se acogió provisionalmente a un abogado de oficio, tuvo que declarar por estos hechos en su momento, y no volvió a tener noticias del mismo. Incluso ya pensaba que estaba completamente archivado el caso judicial, pero recientemente y tras haber pasado siete años de aquello, le ha llegado una notificación para citarle a juicio. Le acusan de participación en disturbios, atentado a la autoridad y lesiones a un policía. Por todo ello le solicitan 5 años de prisión y 9.750 euros de multa.

Como de costumbre, esta violencia policial se ampara en su impunidad política, y en una estrategia de criminalizar a la juventud, ya sea cuando esta lucha en las calles junto a los movimientos populares, o bien cuando se divierte en unas fiestas municipales.

Desde nuestro colectivo antirrepresivo, nos solidarizamos con este compañero de San Sebastián de los Reyes, difundimos los hechos y nuestra visión política de los mismos. Animamos a acudir a los eventos que su grupo de apoyo convoca, comenzando por la jornada antirrepresiva del próximo viernes 15 de enero en el E.S.O.A. La Dragona (metro La Elipa, línea 2). Frente a su violencia legalizada, nuestra solidaridad incondicional, porque la represión nos afecta a todas.

 

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